En estos tiempos donde nos regodeamos en la espiritualidad, a veces se nos olvida que nuestra principal herramienta de vida es nuestro cuerpo, nuestra salud, y que, si esta plataforma no está bien, nos va a resultar muy difícil llevar a cabo todos aquellos proyectos vitales que queremos sacar adelante (familia, trabajo, …etc.). Me desmarco aquí de las nuevas filosóficas de la gordura aceptada y de todas esas proclamas que nos quieren hacer creer que un cuerpo gigante es lo normal. Pues no es así, que no te engañen. Así que empieza a dejar de ser condescendiente contigo, empieza a cuidar tu cuerpo, base de todo inicio. Comer mal, fumar, ingerir grandes cantidades de alcohol es una manera de maltratarte, ¿quieres eso para el resto de tu vida?
Una vida saludable es lo que te mereces, y para eso, debes mover el cuerpo todos los días, empieza con pequeños pasos, no es necesario que te pongas como objetivo hacer un “ironman” o “correr las siete maratones europeas”, pero debes cuidar de ti. Pasea, haz estiramientos, medita y regula la comida que le metes a tu cuerpo. Empezarás a notar cambios integrales que repercutirán en tu día a día. Si la locomotora que tira de ti todos los días es tu cuerpo, ¿por qué no la cuidas? ¿te estas respondiendo sobre estas líneas que no tienes tiempo para ello? No te creo, todo el mundo puede caminar, aunque sea solo por los pasillos de casa y dejar de ingerir comida basura. Hoy en día nuestros supermercados están llenos de productos también saludables que te ayudan a conocer lo que entra en tu estómago, y saber cuánto de “venenoso” tiene. En los países del primer mundo, tenemos la desgraciada capacidad de elegir, piensa que otros no pueden hacerlo en su vida cotidiana.
No lo dejes para mañana, no te estás respetando si no rompes la pereza con pequeños gestos para poder llevar una vida más saludable. No culpes a nadie ni a nada a tu alrededor, como siempre, el trabajo siempre es dentro, no tienes razón si lo haces, el cambio y el avance solo depende de una cosa: Tu voluntad¡¡