“Como esta tu casa esta tu vida”. A todos nos ha pasado de entrar en la casa o en el despacho de alguien, y ver el enorme desastre de documentación, ropa o cualquier otro trasto inútil que rondaba por cualquier lugar sin orden ni concierto. Seguramente si nos acordamos de esa persona y hacemos algo de memoria, nos daremos cuenta de que su vida, su día a día es algo similar a lo que esos desordenes mostraban. Porque así es, si queremos poner orden en nuestra vida, disciplinarnos y salirnos de las vidas robóticas y llenas de caos, debemos empezar por cuidar los espacios donde pasamos el tiempo. Primer objetivo nuestra casa, elimina todo aquello que no aporte a tu presente, quédate con los recuerdos justos, vivir en algo parecido a un mausoleo de la 2ª Guerra Mundial no te dejará avanzar. La energía debe fluir, el movimiento debe emanar de la quietud del espacio para permitir aflorar nuevas ideas y acciones.
Tu zona de trabajo debe ser el segundo objetivo, los clientes que acudan a tu lugar deben sentir la liberación de un espacio abierto, que permita aflorar las ideas, los proyectos y que resulte cálido y acogedor. Pon a tu equipo a trabajar seriamente en esto, más allá de la transformación digital, tan de moda en nuestros días, empieza por la transformación espacial. Destruye todos los archivos que no sirvan, quítate de tu cabeza el “nos quedamos con esto por si acaso…”. Cada oportunidad traerá material nuevo, y tu personal debe mirar hacia delante, no perderse en cantidades ingentes de archivos, material y documentación que no sea fácilmente accesible y fácil de recordar.
Marie Kondo expresaba: “Cuando hayas acabado de poner en orden tu casa, tu vida cambiará drásticamente…”, todo se iluminará y se creará lugar para lo nuevo. Así que empieza desde hoy a reorganizar tus espacios, y exige a los tuyos que lo hagan así con sus “aposentos”, pon responsables en las zonas comunes (salas de conferencias, estancias de visitas, ..etc.) para que los departamentos de tu equipo estén siempre radiantes y preparados para recibir lo nuevo, y prepárate para el cambio, porque tarde o temprano llegara de forma integral a tu vida, y por ende, a tu organización.
